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RETOVERSIÓN

Un apunte sobre la restitución

El proyecto Retroversión (Un apunte sobre la restitución) parte de una investigación escénica en el espacio Ex Parador del Cerro y su contexto a partir de la memoria y el tratamiento de sus restos. Nuestro punto de partida es la concepción materialista del mismo. El espacio como expresión del orden en su materialidad y el tiempo como expresión del orden de mutación de los fenómenos. En este sentido afirmamos que el espacio en su materialidad, y a través de su memoria se constituye en el protagonista indiscutido de nuestra propuesta escénica.
Es este un espacio lleno, lleno de escombros, de graffitis, de basura, de fogatas, de hombres, mujeres y niños, de sus gritos y susurros...

Partimos de algunos conceptos asociados al abandono:

Despojo: Partes o elementos que quedan de algo después de haberlo usado o consumido. Aquello que se ha perdido por el tiempo, por la muerte u otros accidentes.

Resto: Parte que queda de un todo

Ruina: Del latín "ruere", crease, derrumbarse, desplomarse. Es algo que está deteriorado que amenaza con caerse. Se aplica en general a las edificaciones muy antiguas cuyas estructuras ya no resultan sólidas o que han padecido la acción de catástrofes naturales, tornados, incendios o a la acción destructora del hombre.

Vestigios: Huella. Memoria o noticia de las acciones de los antiguos que se observa por la imitación y el ejemplo. Ruina, señal o resto que queda de algo material o inmaterial. Del latín "vestigium", ir detrás de una pista o huella.

Del desarrollo de estos conceptos se fueron generando dramaturgias in situ que comenzaron a dialogar con las propias percepciones, reflexiones, obstáculos y limitaciones de los actores en su recorrido especial y creativo.

Estas historias, ya sean ficcionales o auto ficcionales, están atravesadas por el concepto de abandono y por los quince años que sumieron al Parador del Cerro en el silencio y la desolación.

Son también quince años de crisis... 

Las paredes son testigos de años de supervivencia, de lucha cotidiana por mantener la humanidad.

A nivel metodológico la investigación realizada se articuló en torno a tres instancias básicas: un registro permanente de la memoria del lugar y su contexto, el diseño y estructuración de rutas de intervención y el trabajo de intervención propiamente dicho.

 

El proyecto escénico resultante tiene asimismo carácter de intervención y pretende ser reflejo de la investigación realizada por el colectivo TFM sobre este espacio.

El tratamiento emergente sobre el abandono y su memoria abre la mirada sobre diversos puntos de la ciudad que pueden ser abordado desde esta complejidad, aportando incluso insumos para el trabajo sobre el valor patrimonial de los mismos y para la documentación de sus mutaciones socioculturales. 

Retroversión pretende, de esta forma, contribuir a la reflexión en torno al abandono de los espacios como metáfora que arroja diversos signos sobre las crisis y nos convierte en testigos de sus huellas, sus restos y sus vestigios. Es un proyecto que hace visible los años de desesperanza y les da un lugar en la siempre negada agenda de las arquitecturas en ruinas.

                                    Susana Souto (Coordinadora general TFM Uruguay)

Retroversión en el IV Festival de Teatro para el Fin del Mundo, México, 2015

Intervención realizada en el quirófano del Ex- Hospital Civil, Tampico (Tamaulipas).

En 2015, algunos integrantes de TFM viajaron en representación del colectivo al festival Teatro para el Fin del Mundo en Tampico, México. Se realizó un trabajo en residencia en el quirófano del Ex Hospital Civil que actualmente se encuentra abandonado y en estado ruinoso. 

Agradecemos a todos los colegas de TFM México por recibirnos para trabajar y aprender.

Realidades Derivantes del Olvido

Apunte de Ángel Hernandez, (Mx) (Director TFM) sobre Retroversión.

Fotografía: Patricia Acosta y Valentín Sayavedra

Equipo:

Dirección: Susana Souto

Performers: Marcel Sawchik, Andrea Morett, Tito Prieto, Lorena Granizal, Adrián Acosta, María José Paparamborda, Lucía Rossini, Gonzalo Morales.

Cellista: Victoria González

Fotografía y audiovisuales: Patricia Acosta

Iluminación: Fernando Scorsela, Martín Siri

Vestuario: Beatriz Martínez

Sonido: Andrea Pérez

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